top of page

Hoy conmemoramos el aniversario número no se de la muerte de Ramiro.

Este hecho me ha hecho reflexionar un poco.

Reflexionar, sí.

Reflexionar sobre lo efímero que es todo.

Porque casi ya hace un año que yo estaba mal.

Llámenlo como quieran, depresión o simple tristeza.

La verdad es que nunca había escrito sobre esto.

Me perdí.

Me perdí por un año y un poco más.

Y ¿Cuál era el sentido de la vida? ¿Por qué todo era tan malo?

Yo.

Ese era el problema.

Este yo que se bajó en una estación triste de su vida y se quedó demasiado tiempo ahí,

este yo que sufría en la tristeza pero estaba enamorada de ella,

porque la tristeza puede sonar poética y hacernos sentir cómoda.

En fin, este yo que no había pensado en el futuro.

Me ahogue en un vaso con agua.

bottom of page